Sentí cómo me elevaba en
el aire. Sentí como si pudiese tocar las estrellas. Sentí como mi corazón se
aceleraba tan deprisa y era como si estuviese a punto de estallar. Era algo
increíble de experimentar. Sentí maripositas revoloteando por todo mi estómago.
Tus manos en mis mejillas eran como si la más suave tela estuviese tocándome.
Mis ojos estaban cerrados, pero me daba cuenta de que te sentías exactamente
igual a mí. Sentí como se estremecía todo tu cuerpo cuando puse mis brazos
alrededor de tu cuello. Todo parecía mágico. ¿Quién imaginaría que sólo se
trató de nuestro primer beso?
Todo fue maravilloso
porque tú eres MARAVILLOSO. Eres mi mejor amigo, me escuchas cuando te
necesito, me consuelas si estoy triste y tratas, a pesar de todo, de hacerme
feliz. Eres mi doctor personal, mi psicólogo, mi guardaespaldas, mi estilista,
mi almohada sobre la que he derramado un millón de lágrimas. Eres todo eso
pero, más que nada, eres mi novio. Y lo eres porque fue a ti a quien elegí para
entregarle mi corazón. Te elegí porque organizaste mi enredo de vida. Te elegí
porque me haces feliz. Te elegí porque me diste razones para vivir. Te elegí
como la persona a la que protegeré cada día de mi vida y sé qué hará lo mismo
por mí. Te elegí porque vales la pena. Por ti, vale la pena correr cualquier
riesgo, vale la pena enfrentar cualquier obstáculo porque sé que nuestro amor
podrá resistir cualquier cosa. Y las adversidades solo harán que nuestra
relación se fortalezca aún más, y tendremos una armadura inquebrantable que
nada ni nadie podrá dañar.
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