Una cena romántica con
velas. Tú junto a mí. Mirando el firmamento, acostados uno al lado del otro. A
media noche, diciéndonos cuánto nos amamos. Sellando nuestro amor, cuando juntemos
nuestros labios de la manera más romántica posible.
Todo sería un sueño hecho realidad, pero hay un problema: esto no es más que una fantasía. A tu lado no estoy yo, está otra persona. Alguien que no te ama. Pero tú no te das cuenta. No lo notas, porque estás ocupado pensando lo mismo que yo… “¿Por qué él está a su lado? No la ama, ni la merece”. Estamos, cada uno, con alguien a quien no amamos. Sólo porque nos da miedo aceptar lo que sentimos el uno por el otro.
Al final, estás con ella y
yo estoy con él. Dos personas que no tienen la culpa de sentir lo mismo que
nosotros cuando se miran. Él está conmigo queriendo estar con ella, y ella está
contigo queriendo estar con él.
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