¿Por qué tu imagen siempre
aparece en cuanto cierro mis ojos? Creo que de una u otra manera vas a terminar
apareciendo en mis sueños. Aunque admito que me gusta verte en ellos, porque es
la única manera en la que podemos estar juntos.
Siempre te veo... usando tu
vestido rosa de flores. Ese que amabas usar todo el tiempo cuando salíamos a
pasear. Ese mismo que te llegaba hasta las rodillas, exhibiendo tus piernas.
Siempre me daban celos cuando los demás chicos se quedaban observándote, pero
era inevitable no mirar a tan hermosa chica.
De repente, todos los
recuerdos atacan mi mente.
Empiezo a ver de nuevo tu
cabello negro flotando en el aire. Veo cuando aparecía tu bella sonrisa
iluminando todo a su alrededor. Porque tú tenías ese efecto en las personas.
Nos alegrabas la existencia a los que teníamos el placer de ocupar un lugar en
tu vida.
Y, finalmente, recuerdo el último
día que pasé a tu lado. El sol se había empezado a ocultar, pintando el cielo
de un color naranja que hacía brillar aún más tus ojos. Tus ojos... esos sí que
eran un misterio, porque nunca eran iguales. Podían ser verdes, azules, marrones
o grises. Todo dependía de tu estado de ánimo.
Al principio, podías resultar
abrumadora: tan amable, tan misteriosa, tan hermosa. Poéticamente hermosa.
Caminar de tu mano era como ir
por las nubes. Todo me resultaba perfecto estando a tu lado. Pero ya no estás.
Y hoy, como cada año, te traigo las flores que tanto te gustaban y lloro tu
ausencia porque no sólo me dejaste a mí, sino también a este mundo al que
hacías brillar con tu sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario