domingo, 19 de octubre de 2014

Carta de un chico a una chica

Me gustas mucho. Es un sentimiento que no puedo explicar. Todo en ti me parece perfecto: tu voz, tu sonrisa, tu inteligencia, tu modestia, tu risa, en fin, EVERYTHING.

Recuerdo el día que nos conocimos. Tú tenías 10 años y yo, 11. Quién creería que ya pasaron 12 años desde ese día, el día en que te mudaste al lado de mi casa. Ese día empezó todo. Aún te imagino bajando del auto de tus padres. Corriendo hacia la puerta para ver tu nueva casa. También recuerdo cuando mamá y yo fuimos a tu casa para darles la bienvenida. Eras algo tímida y te escondías detrás de tu mamá. Nunca olvidaré cuando, de tus dulces labios, salió la bella pronunciación de tu nombre: “SARA”. En ese momento pensé: “Sara y Matías. No suena tan mal”.

Ambos estudiábamos en la misma escuela, en el mismo salón. En la secundaria fue igual, sólo con la diferencia de que todos los chicos estaban locos por ti. Es que eras hermosa. Para ti sólo era un amigo, tu vecino, nada más. Luego esa noche, en el Baile de Bienvenida del último año. Te coronaron como reina y a Joseph, como rey. Bailaron una pieza lenta frente a todos. Cuando el baile acabó, te llevé a casa y, aún no sé si fue un sueño o estaba alucinando pero, me besaste. Luego de esa noche no volvimos a hablar.

El tiempo pasó, empezaste a salir con Joseph y se volvieron novios. La secundaria acabó y te fuiste a la universidad.


Ahora, después de tanto tiempo, te escribo para expresar todo lo que me he guardado durante 12 años. La verdad TE AMO. También te escribía para decirte que recibí tu invitación. Gracias, pero si fuera mi corazón se partiría aún más. Sólo me queda decir… Sara, felicidades por tu boda. Con cariño, Matías.


1 comentario: