domingo, 4 de octubre de 2015

Perfectamente Imperfectos



El amor es complicado. Actúa de formas misteriosas y con las personas que uno menos espera. Es una fuerza extraña que invade todo nuestro cuerpo. Es ese algo que sentimos cuando vemos a esa persona especial, cuando ese brillo especial aparece en nuestros ojos, sentimos miles de maripositas en el estómago y el corazón se nos quiere salir. Esa persona podría significar todo para nosotros. Aunque esto no siempre pasa de la misma manera.

Es tan increíble que dos personas se amen, a pesar de que no se soporten mutuamente. Pueden ser absoluta y totalmente diferentes, pero eso no impide que desarrollen sentimientos uno por el otro. Debe ser cierto eso de que los opuestos se atraen.

Es más o menos lo que les pasa a Alejandra y a Christian. Son como el Jing y el Jang. Totalmente diferentes, pero aún así sienten algo el uno por el otro y no saben por qué.

Son como Gandhi y Hitler, Corea del Sur y Corea del Norte, Estados Unidos y Afganistán, Kim Kardashian y Adele, o Lady Gaga y Taylor Swift.

A parte de ser diferentes, ninguno soporta la presencia del otro. Muy en el fondo, se extrañan cuando no están juntos, y desearían verse todo el día.

Cada uno tiene una perspectiva del otro. Tienen más defectos que nombrar en comparación a virtudes. Creo eso nos pasa a todos cuando no soportamos a alguien.

Alejandra piensa muchas cosas diferentes de Christian, al igual que este tiene un concepto de Alejandra. Puede que estén equivocados el uno con el otro, pero lo que importa es que se aman, aunque lo nieguen y no lo quieran aceptar, todos saben lo que sienten.



ALEJANDRA:
Christian es insoportable. No entiendo como sus amigos pueden aguantárselo todo el día. Cree que todas las chicas se mueren por él, sólo por el hecho de ser alto, guapo y tener ojos azules.

Es en extremo vanidoso. Siempre se preocupa por su apariencia. Puedo verlo todo el día mirándose en el espejo, arreglando su ropa o su cabello, sólo para complacer a sus “fans”. Un grupo de chicas con un coeficiente intelectual grupal de 20, a las que sólo les importa su aspecto y ser populares.

No se toma nada en serio, ni siquiera la escuela. Lo único que quiere es divertirse y pasarla bien. Es un tonto. Si sigue así no va a llegar muy lejos en la vida. Aún recuerdo cuando tuvimos que ser compañeros en una clase de Literatura. Tuve que hacer el trabajo prácticamente sola, porque lo único que el hizo fue salir toda la semana con la chica más superficial y tonta de todo el Instituto William McKinley, Natalia Marín.

Cree ser el mejor en todo: deportes, chicas, romance, baile, en fin, piensa que no tiene ningún defecto. Nunca quiere darme la razón. Así esté equivocado, yo nunca tendré la razón. Si digo que algo se hace de tal manera, siempre va a tratar de decir todo lo contrario. Eso es otra cosa que le gusta, llevarme la contraria: Si digo blanco, él dice negro. Si digo arriba, él dice abajo.

Es un donjuán. Trata de conquistar a cuanta chica se le cruza por delante. Eso es tan irritante. Algunas veces actúa como la clase de chicos que en repetidas ocasiones me han roto el corazón. Creí que tal vez Christian sería diferente a todos esos idiotas, con los cuales he tenido la desgracia de encontrarme a lo largo de mi vida.

Parece ayer cuando lo vi por primera vez. Pensé que iba a ser diferente, pero al parecer me equivoqué.

Christian es tan diferente a su hermana Lena (mi mejor amiga). Ella es tímida e introvertida. Es muy buena conmigo. Ha sido así desde hace dos años, cuando llegué al Instituto McKinley.

Debo aceptar que la primera vez que vi a Christian, pensé: “Waw, es el chico más guapo que he visto”. Quedé impactada por sus hermosos ojos azules, también por lo alto que es. Como siempre estaba rodeado de chicas, escuchándolo hablar de su último partido de Football americano. Todas, aparentemente escuchando, pero a la vez sólo pensando en que es muy guapo, algo que para ellas es lo único que importa.

Cada vez que Lena me invita a su casa Christian, no está, está jugando videojuegos con sus amigos o está con una chica diferente viendo TV, o cenando. No sé si lo hace a propósito porque sabe que voy a ir o es sólo coincidencia. Algunas veces cuando Lena y yo salimos de compras o a cine, nos encontramos con él. Parece como si nos siguiera todo el tiempo, porque en la escuela cada vez que miro, él está frente a mí. A veces es incómodo.

Debo admitir que, aunque Christian es un galán (en el sentido de que es un mujeriego, un jugador o, lo que sea), también es muy dulce conmigo, y sobre todo con Lena.

Cuando “Sparkie”, el perrito de Lena murió, él se encargó de hacerle un funeral e invitar a todos los “amigos” de “Sparkie”. Cuando Lena está triste, a parte de mí, es el primero en consolarla y hacerla sentir mejor.

Lena tiene una voz maravillosa y hermosa. Puede llegar a notas muy altas. Pero no era capaz de cantar frente a alguien que no fuera Christian o yo. Recuerdo el día del concurso de talentos en el que Christian la inscribió. Lena estaba muy nerviosa como para salir a cantar, entonces Christian decidió salir con ella y cantar juntos. Me asombré demasiado al escucharlos cantar. Sus voces eran fantásticas. No sabía que Christian cantaba tan bien.

Tengo un admirador secreto que, Lena jura, es Christian. Todas las mañanas, en mi casillero, hay una nota en que está escrito algo como: “Que tengas un buen día”, “Hoy estás muy hermosa”.  En San Valentín, mi cumpleaños, o en cualquier momento, a mi casa llegan margaritas (mis flores favoritas), cajas de chocolates en forma de corazón, o CD’s con mis canciones predilectas.

Muy en el fondo me gustaría que fuera Christian quien me envía todas esas cosas. No sé por qué. Debe estar relacionado al hecho de que mi corazón se acelera y mis manos sudan cada vez que lo veo, escucho su voz, o siento el aroma de su colonia. Sus ojos me transportan a otro mundo. Es como ver el mar en los ojos del chico perfecto.

Christian puede tener muchos defectos, como cualquier ser humano, pero algunas veces siento que es perfecto. La verdad, no soporto estar junto a él pero es lo que más ansío hacer cuando estoy en la escuela, en casa de Lena, en el parque, en Centro Comercial, en fin, todo lo que quiero es disfrutar de su compañía.

Lo que siento por él no sé exactamente cómo explicarlo, sólo sé que está ahí y aparece con tan sólo oír su nombre.

No entiendo porque tengo este sentimiento, si no soporto tenerlo cerca ni cinco minutos, me parece el chico más superficial del Universo, pero a la vez el más dulce y tierno.

Lena, constantemente, está diciéndome lo mucho que le gusto a su hermano. No sé si será verdad. Dice que siempre trata de incluir mi nombre en cualquier conversación.

Según Lena, a Christian le encanta hablar de mí. Sea para decir algo bueno o malo.

Algo que nunca le he dicho a nadie (ni siquiera a Lena), es que una vez estaba lloviendo y yo iba por la calle. Un auto iba junto a mí, luego de unos segundos me di cuenta de que era el auto de Christian. Él se ofreció a llevarme a casa, yo no quería pero él insistió. Dijo que no quería que me mojara más de lo que ya estaba. Al final accedí.

En el camino no hablamos de nada.

Cuando llegamos a mi casa, le iba a agradecer y me iba a despedir dándole un beso en la mejilla pero… NOS BESÁMOS. Fue una sensación indescriptible. Sentí fuegos artificiales.

Ambos prometimos nunca decirle a nadie lo que había pasado aquel día.

Después de eso, Christian cambió mucho. No sé si fue por el beso, pero se convirtió en el chico que es ahora.

A veces recuerdo a ese Christian que conocí el día en que llegué al Instituto McKinley, ese mismo chico dulce y atento, que me llevó a casa aquel día lluvioso.


CHRISTIAN:
Alejandra cree que es perfecta. Es Doña Perfección. Todo tiene que ser como ella dice y nadie puede opinar.

Es tan aburrida. No le gusta divertirse. Sólo sigue las reglas, y nunca las rompe. Debería aprender a disfrutar la vida. No siempre hay que ser una niña buena.

Como toda chica, Alejandra es presumida. Le gusta que los chicos la miren. Eso no es un defecto tan grave, porque a todas las chicas les gusta sentirse así.

Ella le gusta disfrutar al máximo cada día (pero de una manera tan aburrida), nunca entendí por qué. Sólo quiere leer libros y aprender cosas nuevas. Lo más divertido que la he visto hacer es ver una película de terror (de resto todas son románticas y aburridas) con mi hermana Lena.

Para ser honestos, Alejandra (para mí) es PERFECTA. Puede tener defectos, pero eso no opaca su perfección.

Físicamente es hermosa. Su cabello es dorado como el oro, sus ojos verdes me vuelven loco y me transportan a otra galaxia con sólo mirarme. El color de su piel nunca lo olvidaré.

Es muy inteligente, a diferencia de casi toda la población femenina del McKinley (excepto Lena).

Es amable con todos. Natalia Marín le cae mal y no por eso dejó de ayudarla a pasar el final de Cálculo. Cosa que ella nunca le agradeció.

Alejandra es muy aplicada. Detesta reprobar o sacar notas que considera bajas. Cuando eso pasa, hace lo posible por subir y mantener su promedio.

Recuerdo cuando tuvimos que ser compañeros en una clase de Literatura. Creo que disfruté tanto el estar con ella, que no le ayudé con el trabajo. Además del hecho de que Natalia estuvo invitándome a salir toda la semana. Tuve la sensación de que era para que no estuviera a solas con Alejandra.

Todos los días, recuerdo lo que pensé y sentí en el primer instante en que la vi. Pensé: “Waw… es la chica más hermosa que he visto”. Sus ojos me hipnotizaron desde ese momento. Yo estaba hablando del último partido de Football, cuando la vi pasar por el pasillo. El viento hacia mover su cabello. Parecía un ángel.

No puedo evitar querer estar cerca de ella. No importa el lugar o momento.

Cuando ella viene a mi casa, trato de darle “celos”, fingiendo que estoy en una cita con alguna chica que termina siendo una de mis primas (tengo muchas). Cuando  va y yo no lo sé, estoy casi siempre con mis amigos.

Sé que Alejandra piensa que soy un donjuán, un mujeriego, un jugador, en fin, de todo. No sé como demostrarle que ninguna de esas chicas me interesa. Puede que yo les guste, pero ellas a mí no. Sólo me interesa una chica y esa es Alejandra.

A veces me acuerdo del día del concurso de talentos. Lena y yo cantamos la versión en español de “Heart Attack” de Kevin & Karla LaBanda. Nunca se lo dije a nadie, pero se la estaba cantando a Alejandra. Justo en las partes que decía: “Puedo conseguir lo que quiera hoy. Si se trata de ti nada tengo yo”, “Nunca había llorado por nadie más. Quedo paralizado si te acercas. Y cuando intento ser más natural, parece como si rogara ayuda y ya”, no hacía más que mirar a Alejandra. Su cabello la hacía destacarse en el público. Natalia estaba ahí ese día, pero no me importó su presencia. Ella siempre me ha parecido una chica muy superficial, aunque claro, la única chica que quiero a mi lado es Alejandra.

Algo que nadie sabe, ni siquiera Lena, es que yo soy… el admirador secreto de Alejandra.

Ella es muy hermosa, pero el hecho de no ser popular, en McKinley eso te vuelve casi invisible para todos. Me gusta recordarle lo bella que es, desearle un lindo día, o cualquier cosa.

Sé que le gusta la música de Martina Stoessel, Demi Lovato, Selena Gómez, Lemonade Mouth, Katy Perry, Taylor Swift, Lady Gaga, Adele, etc., así que le he hecho CD’s con sus canciones favoritas, para que las escuche cuando esté estresada, feliz o cuando desee.

También le envío margaritas, porque son sus flores favoritas. Le encantan los chocolates, así que también le he enviado algunos.

Me pregunto si ella, o alguien, sabrán que soy su admirador secreto. Tal vez Lena ya lo sepa o lo sospeche. Es mi hermana, me conoce muy bien. Además, muchas veces ha insinuado que Alejandra me gusta.

No sé por qué Alejandra me tiene que gustar tanto. Entre más chicas conozco, más me doy cuenta de lo inigualable que es Alejandra. Cualquier chica, más linda, inteligente o amable que sea, nunca logrará superar a Alejandra.

Su sonrisa es hermosa. Sólo con que sus ojos se dirijan hacía a mí, me quedo paralizado. Su risa me enamora. Su bella voz me hace sentir que me elevo en el aire y toco las estrellas.

Me gustaría saber si ella siente por mí, lo que yo siento por ella. Sería genial que un día, Alejandra llegara y me dijera que me ama, que nunca había sentido lo mismo por ningún chico y, que ahí frente a todos, me besara. Me gustaría que me besara como aquella vez… Esa vez que nos besamos en mi auto. Ninguno de los dos esperaba que eso pasara.

Una vez, Lena me dijo que esas cosas son como un impulso del corazón. Nadie espera que pase. Se dan espontáneamente. Es como un deseo reprimido que de un momento a otro le da por liberarse.

Luego de ese día, las cosas entre Alejandra y yo cambiaron demasiado. Antes de eso éramos buenos amigos, ahora somos dos conocidos que estudian juntos y no tiene nada en común (excepto Lena).

No sé si algún día podré decirle todo lo que siento por ella. Decirle que creo que es perfecta. Que me encanta su cabello, sus ojos, su sonrisa, su risa, su voz. Decirle además que cada vez que la veo siento miles de millones de maripositas en mi estómago, que mi corazón quiere estallar cuando la veo en la escuela.

Lo que más me gustaría decirle es: “Alejandra TE AMO. No puedo explicar lo que me haces sentir. Sólo puedo decirte… TE AMO”.

Sería maravilloso algún día poder decirle todo eso.

Ojalá eso sucediera para también poder decirle que soy su admirador secreto.



LENA:
Sé que mi hermano y Alejandra se aman. Hay que ser ciego para no notar lo que hay entre ellos.

También sé que Christian es el admirador secreto de Alejandra. Como si yo no me diera cuenta de la gran cantidad de dinero que Christian ha gastado en los últimos meses. Y de lo mucho que se la pasa en su laptop escuchando música que le gusta a Alejandra.

También, los vi el día que se besaron. No sé cómo ellos no me vieron. Estaba parada justo detrás del auto. Me pareció que tanto Alejandra como Christian, disfrutaron de ese beso. Fue muy romántico. No entiendo porque se distanciaron tanto después de eso.

Son el uno para el otro.

Son muy diferentes. Como el Sol y la Luna. Como Venus y Marte. Son perfectamente imperfectos. Por eso son el uno para el otro. Las parejas que están de acuerdo en todo son muy aburridas. Ellos serían la pareja perfecta.

En mi opinión, ambos deberían decir la verdad sobre lo que sienten.

Ellos me apoyan en todo, ahora es mi turno de apoyarlos a ellos. Quiero que estén juntos porque sé que serían felices, y eso es lo que más quiero, ver a mi hermano y a mi mejor amiga felices.

Sé que si eso me pasara a mí con algún chico, ellos me dirían que siguiera a mi corazón.

Serían muy tontos si no estuvieran juntos.


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