El
amor es complicado. Actúa de formas misteriosas y con las personas que uno
menos espera. Es una fuerza extraña que invade todo nuestro cuerpo. Es ese algo
que sentimos cuando vemos a esa persona especial, cuando ese brillo especial
aparece en nuestros ojos, sentimos miles de maripositas en el estómago y el
corazón se nos quiere salir. Esa persona podría significar todo para nosotros.
Aunque esto no siempre pasa de la misma manera.
Es tan
increíble que dos personas se amen, a pesar de que no se soporten mutuamente.
Pueden ser absoluta y totalmente diferentes, pero eso no impide que desarrollen
sentimientos uno por el otro. Debe ser cierto eso de que los opuestos se
atraen.
Es más
o menos lo que les pasa a Alejandra
y a Christian. Son como el Jing y el
Jang. Totalmente diferentes, pero aún así sienten algo el uno por el otro y no
saben por qué.
Son
como Gandhi y Hitler, Corea del Sur y Corea del Norte, Estados Unidos y
Afganistán, Kim Kardashian y Adele, o Lady Gaga y Taylor Swift.
A
parte de ser diferentes, ninguno soporta la presencia del otro. Muy en el
fondo, se extrañan cuando no están juntos, y desearían verse todo el día.
Cada
uno tiene una perspectiva del otro. Tienen más defectos que nombrar en
comparación a virtudes. Creo eso nos pasa a todos cuando no soportamos a
alguien.
Alejandra
piensa muchas cosas diferentes de Christian, al igual que este tiene un
concepto de Alejandra. Puede que estén equivocados el uno con el otro, pero lo
que importa es que se aman, aunque lo nieguen y no lo quieran aceptar, todos
saben lo que sienten.
ALEJANDRA:
Christian
es insoportable. No entiendo como sus amigos pueden aguantárselo todo el día.
Cree que todas las chicas se mueren por él, sólo por el hecho de ser alto,
guapo y tener ojos azules.
Es en
extremo vanidoso. Siempre se preocupa por su apariencia. Puedo verlo todo el
día mirándose en el espejo, arreglando su ropa o su cabello, sólo para
complacer a sus “fans”. Un grupo de chicas con un coeficiente intelectual
grupal de 20, a las que sólo les importa su aspecto y ser populares.
No se
toma nada en serio, ni siquiera la escuela. Lo único que quiere es divertirse y
pasarla bien. Es un tonto. Si sigue así no va a llegar muy lejos en la vida.
Aún recuerdo cuando tuvimos que ser compañeros en una clase de Literatura. Tuve
que hacer el trabajo prácticamente sola, porque lo único que el hizo fue salir
toda la semana con la chica más superficial y tonta de todo el Instituto
William McKinley, Natalia Marín.
Cree
ser el mejor en todo: deportes, chicas, romance, baile, en fin, piensa que no
tiene ningún defecto. Nunca quiere darme la razón. Así esté equivocado, yo
nunca tendré la razón. Si digo que algo se hace de tal manera, siempre va a
tratar de decir todo lo contrario. Eso es otra cosa que le gusta, llevarme la
contraria: Si digo blanco, él dice negro. Si digo arriba, él dice abajo.
Es un
donjuán. Trata de conquistar a cuanta chica se le cruza por delante. Eso es tan
irritante. Algunas veces actúa como la clase de chicos que en repetidas
ocasiones me han roto el corazón. Creí que tal vez Christian sería diferente a
todos esos idiotas, con los cuales he tenido la desgracia de encontrarme a lo
largo de mi vida.
Parece
ayer cuando lo vi por primera vez. Pensé que iba a ser diferente, pero al
parecer me equivoqué.
Christian
es tan diferente a su hermana Lena (mi mejor amiga). Ella es tímida e
introvertida. Es muy buena conmigo. Ha sido así desde hace dos años, cuando
llegué al Instituto McKinley.
Debo
aceptar que la primera vez que vi a Christian, pensé: “Waw, es el chico más
guapo que he visto”. Quedé impactada por sus hermosos ojos azules, también por
lo alto que es. Como siempre estaba rodeado de chicas, escuchándolo hablar de
su último partido de Football americano. Todas, aparentemente escuchando, pero
a la vez sólo pensando en que es muy guapo, algo que para ellas es lo único que
importa.
Cada
vez que Lena me invita a su casa Christian, no está, está jugando videojuegos
con sus amigos o está con una chica diferente viendo TV, o cenando. No sé si lo
hace a propósito porque sabe que voy a ir o es sólo coincidencia. Algunas veces
cuando Lena y yo salimos de compras o a cine, nos encontramos con él. Parece
como si nos siguiera todo el tiempo, porque en la escuela cada vez que miro, él
está frente a mí. A veces es incómodo.
Debo
admitir que, aunque Christian es un galán (en el sentido de que es un
mujeriego, un jugador o, lo que sea), también es muy dulce conmigo, y sobre
todo con Lena.
Cuando
“Sparkie”, el perrito de Lena murió, él se encargó de hacerle un funeral e
invitar a todos los “amigos” de “Sparkie”. Cuando Lena está triste, a parte de
mí, es el primero en consolarla y hacerla sentir mejor.
Lena
tiene una voz maravillosa y hermosa. Puede llegar a notas muy altas. Pero no
era capaz de cantar frente a alguien que no fuera Christian o yo. Recuerdo el
día del concurso de talentos en el que Christian la inscribió. Lena estaba muy
nerviosa como para salir a cantar, entonces Christian decidió salir con ella y
cantar juntos. Me asombré demasiado al escucharlos cantar. Sus voces eran
fantásticas. No sabía que Christian cantaba tan bien.
Tengo
un admirador secreto que, Lena jura, es Christian. Todas las mañanas, en mi
casillero, hay una nota en que está escrito algo como: “Que tengas un buen
día”, “Hoy estás muy hermosa”. En San
Valentín, mi cumpleaños, o en cualquier momento, a mi casa llegan margaritas
(mis flores favoritas), cajas de chocolates en forma de corazón, o CD’s con mis
canciones predilectas.
Muy en
el fondo me gustaría que fuera Christian quien me envía todas esas cosas. No sé
por qué. Debe estar relacionado al hecho de que mi corazón se acelera y mis
manos sudan cada vez que lo veo, escucho su voz, o siento el aroma de su
colonia. Sus ojos me transportan a otro mundo. Es como ver el mar en los ojos
del chico perfecto.
Christian
puede tener muchos defectos, como cualquier ser humano, pero algunas veces
siento que es perfecto. La verdad, no soporto estar junto a él pero es lo que
más ansío hacer cuando estoy en la escuela, en casa de Lena, en el parque, en
Centro Comercial, en fin, todo lo que quiero es disfrutar de su compañía.
Lo que
siento por él no sé exactamente cómo explicarlo, sólo sé que está ahí y aparece
con tan sólo oír su nombre.
No
entiendo porque tengo este sentimiento, si no soporto tenerlo cerca ni cinco
minutos, me parece el chico más superficial del Universo, pero a la vez el más
dulce y tierno.
Lena,
constantemente, está diciéndome lo mucho que le gusto a su hermano. No sé si
será verdad. Dice que siempre trata de incluir mi nombre en cualquier
conversación.
Según
Lena, a Christian le encanta hablar de mí. Sea para decir algo bueno o malo.
Algo
que nunca le he dicho a nadie (ni siquiera a Lena), es que una vez estaba
lloviendo y yo iba por la calle. Un auto iba junto a mí, luego de unos segundos
me di cuenta de que era el auto de Christian. Él se ofreció a llevarme a casa,
yo no quería pero él insistió. Dijo que no quería que me mojara más de lo que
ya estaba. Al final accedí.
En el
camino no hablamos de nada.
Cuando
llegamos a mi casa, le iba a agradecer y me iba a despedir dándole un beso en
la mejilla pero… NOS BESÁMOS. Fue una sensación indescriptible. Sentí fuegos
artificiales.
Ambos
prometimos nunca decirle a nadie lo que había pasado aquel día.
Después
de eso, Christian cambió mucho. No sé si fue por el beso, pero se convirtió en
el chico que es ahora.
A
veces recuerdo a ese Christian que conocí el día en que llegué al Instituto
McKinley, ese mismo chico dulce y atento, que me llevó a casa aquel día
lluvioso.
CHRISTIAN:
Alejandra
cree que es perfecta. Es Doña Perfección. Todo tiene que ser como ella dice y
nadie puede opinar.
Es tan
aburrida. No le gusta divertirse. Sólo sigue las reglas, y nunca las rompe.
Debería aprender a disfrutar la vida. No siempre hay que ser una niña buena.
Como
toda chica, Alejandra es presumida. Le gusta que los chicos la miren. Eso no es
un defecto tan grave, porque a todas las chicas les gusta sentirse así.
Ella
le gusta disfrutar al máximo cada día (pero de una manera tan aburrida), nunca
entendí por qué. Sólo quiere leer libros y aprender cosas nuevas. Lo más
divertido que la he visto hacer es ver una película de terror (de resto todas
son románticas y aburridas) con mi hermana Lena.
Para
ser honestos, Alejandra (para mí) es PERFECTA. Puede tener defectos, pero eso
no opaca su perfección.
Físicamente
es hermosa. Su cabello es dorado como el oro, sus ojos verdes me vuelven loco y
me transportan a otra galaxia con sólo mirarme. El color de su piel nunca lo
olvidaré.
Es muy
inteligente, a diferencia de casi toda la población femenina del McKinley
(excepto Lena).
Es
amable con todos. Natalia Marín le cae mal y no por eso dejó de ayudarla a
pasar el final de Cálculo. Cosa que ella nunca le agradeció.
Alejandra
es muy aplicada. Detesta reprobar o sacar notas que considera bajas. Cuando eso
pasa, hace lo posible por subir y mantener su promedio.
Recuerdo
cuando tuvimos que ser compañeros en una clase de Literatura. Creo que disfruté
tanto el estar con ella, que no le ayudé con el trabajo. Además del hecho de
que Natalia estuvo invitándome a salir toda la semana. Tuve la sensación de que
era para que no estuviera a solas con Alejandra.
Todos
los días, recuerdo lo que pensé y sentí en el primer instante en que la vi.
Pensé: “Waw… es la chica más hermosa que he visto”. Sus ojos me hipnotizaron
desde ese momento. Yo estaba hablando del último partido de Football, cuando la
vi pasar por el pasillo. El viento hacia mover su cabello. Parecía un ángel.
No
puedo evitar querer estar cerca de ella. No importa el lugar o momento.
Cuando
ella viene a mi casa, trato de darle “celos”, fingiendo que estoy en una cita
con alguna chica que termina siendo una de mis primas (tengo muchas). Cuando va y yo no lo sé, estoy casi siempre con mis
amigos.
Sé que
Alejandra piensa que soy un donjuán, un mujeriego, un jugador, en fin, de todo.
No sé como demostrarle que ninguna de esas chicas me interesa. Puede que yo les
guste, pero ellas a mí no. Sólo me interesa una chica y esa es Alejandra.
A
veces me acuerdo del día del concurso de talentos. Lena y yo cantamos la
versión en español de “Heart Attack” de Kevin & Karla LaBanda. Nunca se lo
dije a nadie, pero se la estaba cantando a Alejandra. Justo en las partes que
decía: “Puedo conseguir lo que quiera hoy. Si se trata de ti nada tengo yo”,
“Nunca había llorado por nadie más. Quedo paralizado si te acercas. Y cuando
intento ser más natural, parece como si rogara ayuda y ya”, no hacía más que
mirar a Alejandra. Su cabello la hacía destacarse en el público. Natalia estaba
ahí ese día, pero no me importó su presencia. Ella siempre me ha parecido una
chica muy superficial, aunque claro, la única chica que quiero a mi lado es
Alejandra.
Algo
que nadie sabe, ni siquiera Lena, es que yo soy… el admirador secreto de
Alejandra.
Ella
es muy hermosa, pero el hecho de no ser popular, en McKinley eso te vuelve casi
invisible para todos. Me gusta recordarle lo bella que es, desearle un lindo
día, o cualquier cosa.
Sé que
le gusta la música de Martina Stoessel, Demi Lovato, Selena Gómez, Lemonade
Mouth, Katy Perry, Taylor Swift, Lady Gaga, Adele, etc., así que le he hecho
CD’s con sus canciones favoritas, para que las escuche cuando esté estresada,
feliz o cuando desee.
También
le envío margaritas, porque son sus flores favoritas. Le encantan los
chocolates, así que también le he enviado algunos.
Me
pregunto si ella, o alguien, sabrán que soy su admirador secreto. Tal vez Lena
ya lo sepa o lo sospeche. Es mi hermana, me conoce muy bien. Además, muchas
veces ha insinuado que Alejandra me gusta.
No sé
por qué Alejandra me tiene que gustar tanto. Entre más chicas conozco, más me
doy cuenta de lo inigualable que es Alejandra. Cualquier chica, más linda,
inteligente o amable que sea, nunca logrará superar a Alejandra.
Su
sonrisa es hermosa. Sólo con que sus ojos se dirijan hacía a mí, me quedo
paralizado. Su risa me enamora. Su bella voz me hace sentir que me elevo en el
aire y toco las estrellas.
Me
gustaría saber si ella siente por mí, lo que yo siento por ella. Sería genial
que un día, Alejandra llegara y me dijera que me ama, que nunca había sentido
lo mismo por ningún chico y, que ahí frente a todos, me besara. Me gustaría que
me besara como aquella vez… Esa vez que nos besamos en mi auto. Ninguno de los
dos esperaba que eso pasara.
Una
vez, Lena me dijo que esas cosas son como un impulso del corazón. Nadie espera
que pase. Se dan espontáneamente. Es como un deseo reprimido que de un momento
a otro le da por liberarse.
Luego
de ese día, las cosas entre Alejandra y yo cambiaron demasiado. Antes de eso
éramos buenos amigos, ahora somos dos conocidos que estudian juntos y no tiene
nada en común (excepto Lena).
No sé
si algún día podré decirle todo lo que siento por ella. Decirle que creo que es
perfecta. Que me encanta su cabello, sus ojos, su sonrisa, su risa, su voz.
Decirle además que cada vez que la veo siento miles de millones de maripositas
en mi estómago, que mi corazón quiere estallar cuando la veo en la escuela.
Lo que
más me gustaría decirle es: “Alejandra TE AMO. No puedo explicar lo que me haces
sentir. Sólo puedo decirte… TE AMO”.
Sería
maravilloso algún día poder decirle todo eso.
Ojalá
eso sucediera para también poder decirle que soy su admirador secreto.
LENA:
Sé que
mi hermano y Alejandra se aman. Hay que ser ciego para no notar lo que hay
entre ellos.
También
sé que Christian es el admirador secreto de Alejandra. Como si yo no me diera
cuenta de la gran cantidad de dinero que Christian ha gastado en los últimos
meses. Y de lo mucho que se la pasa en su laptop
escuchando música que le gusta a Alejandra.
También,
los vi el día que se besaron. No sé cómo ellos no me vieron. Estaba parada
justo detrás del auto. Me pareció que tanto Alejandra como Christian,
disfrutaron de ese beso. Fue muy romántico. No entiendo porque se distanciaron
tanto después de eso.
Son el
uno para el otro.
Son
muy diferentes. Como el Sol y la Luna. Como Venus y Marte. Son perfectamente
imperfectos. Por eso son el uno para el otro. Las parejas que están de acuerdo
en todo son muy aburridas. Ellos serían la pareja perfecta.
En mi
opinión, ambos deberían decir la verdad sobre lo que sienten.
Ellos
me apoyan en todo, ahora es mi turno de apoyarlos a ellos. Quiero que estén
juntos porque sé que serían felices, y eso es lo que más quiero, ver a mi
hermano y a mi mejor amiga felices.
Sé que
si eso me pasara a mí con algún chico, ellos me dirían que siguiera a mi
corazón.
Serían
muy tontos si no estuvieran juntos.