-¿Qué somos?- le pregunté.
-¿A qué te refieres con “qué
somos”?- dijo confundido.
Llevaba algún tiempo saliendo
con Nick y aún no sabía en qué punto nos encontrábamos. Él me gustaba y yo
también le gustaba o al menos eso pensaba. No es que quisiera ponerle un título
a lo que sea que tuviéramos, sólo quería saber a qué debía atenerme.
-Somos amigos- me respondió
mirándome a los ojos.
-Amigos… entiendo.
-No lo tomes a mal, Alex. Me
gustas mucho…- no lograba terminar la oración-… me gustas más de lo que
deberías.
-¿Qué?- ahora la confundida
era yo.
Nick apartó su mirada de la
mía. Sólo observaba el horizonte, como tratando de hallar las palabras
adecuadas para responder a mi pregunta.
-¡Eres como un dolor de
cabeza!- dijo riéndose-. Me sacas de quicio todo el tiempo.
-Bueno, tú no te quedas atrás.
Siempre me quieres llevar la contraria.
Ambos reíamos. Pensé que en
realidad si éramos sólo amigos y de ahí no avanzaríamos. Quizás sólo podíamos
aspirar a ser sólo amigos. Eso fue lo que pensé por unos instantes, hasta que
Nick me tomó de la cintura y me acercó a él.
-Eres una plaga muy linda y no
pareces ser tan dañina- me dijo serio-. ¿Te han dicho que estás loca?
-Varias veces- respondí
sonriendo.
-Bueno, eso es de las cosas
que más me gustan de ti. Así como tu sonrisa, tus ojos, tu personalidad rara,
lo suave que eres- dijo mientras acariciaba mis brazos.
-¿Entonces…?
-Me gustas mucho, pero creo
que por ahora sólo podemos ser amigos.
-Lo sé y no me molesta. Sé que
hay algo entre nosotros.
-¿Qué es?- me preguntó con el
más especial brillo en sus ojos.
-No lo sé- dije.
Sonrió y me besó.
En realidad, no sabía qué
teníamos, pero sabía que teníamos algo. Y ese algo era perfecto para nosotros.
Dedicado a: F.M.