Tú no tienes la culpa de
nada. Yo soy la única culpable de estar herida. Yo soy la única que eligió
sufrir nuevamente. Soy la única culpable de que mi corazón tenga una nueva
herida. Sólo yo.
Por desgracia, me enamoré
nuevamente cuando era lo que menos quería. No pude evitar o impedir que
sucediera. Quise, pero no lo logré. Nunca pensé que llegarías a significar
tanto en mi vida. Mi debilidad: eso terminaste siendo. Es la verdad. Tienes el
poder de hacer conmigo lo que quieres y yo, sin protestar, siempre te diré que
sí. Creo que ahí está mi error, pero no puedo evitarlo.
Yo no elegí quererte. Las
cosas simplemente se dieron. Claro que tú no tienes la culpa de ser todo lo que
me gusta. Tú no tienes la culpa de tener esos brillantes ojos y esa hermosa
sonrisa que me quita el sueño cada noche. Tú no tienes la culpa de hacerme
sonreír como idiota cada vez que te veo. Tú no tienes la culpa del
desequilibrio emocional que me provoca oírte reír o cantar. No tienes la culpa
de que mi corazón se acelere cada que llega un mensaje tuyo. No eres el
culpable de todo lo que ocasiona en mí un beso tuyo tan solo en mi mejilla.
En cambio yo… soy la
culpable de todo.
Soy la culpable de todo lo
que siento por ti. Soy culpable porque sabía lo que iba a pasar y aun así no lo
paré. Tengo la culpa de sufrir. Yo sabía cómo eras tú, sabía tu reputación y
sabía tu pasado, pero aun así terminé enamorándome de ti. Me enamoré de quien
sabía no me iba a corresponder a mis sentimientos. Me enamoré de quien dice que
no se va a enamorar. Me enamoré de alguien que sólo piensa en divertirse. Me
enamoré y la única culpable soy yo.
Dedicado a: C.V.