martes, 31 de mayo de 2016

¿Sólo amigos?



Ella era la clase de chica dulce y tierna, pero llena de fuerza y tenacidad por dentro. Ella era una gran persona y todo el mundo parecía quererla, porque era increíblemente adorable. Su vida estaba en completo orden, solamente hasta que él apareció.

Él era un chico un poco cerrado hacia los demás, pero una gran persona. Su vida era constante, bastante aburrida. En realidad, no había nada que alterara su ritmo de vida, hasta que ella irrumpió en su mundo para descontrolar todo.

El destino los hizo coincidir en la misma universidad, la misma carrera y el mismo sueño. Cuando se conocieron no hubo ninguna atracción entre ellos, pero para todos los que los rodeaban era bastante evidente que algo pasaba ahí. Ese mismo algo que fue creciendo mientras pasaban más tiempo juntos. Salían con sus compañeros de clase, salían con su grupo de amigos, y empezaron a salir solos dos.



Iban a cine porque amaban las películas. Ella gustaba del drama y él, de la acción, pero se sentían tan bien juntos que no importaba qué vieran sino el hecho de estar juntos. Salían a comer a cualquier lugar, porque les gustaba probar cosas nuevas. Él la invitaba a pasear por los lugares más lindos de la ciudad, sobre todo a los parques y lagos porque amaba verla sonreír al estar cerca de la naturaleza.

Parecía irreal ver lo que pasaba entre ellos. Nunca se habían besado ni siquiera se habían tomado de la mano, pero sólo bastaba verlos mirándose. Sus miradas se conectaban y era como si chispas destellaran, iluminado todo a su alrededor.

Todos sus amigos podían darse cuenta del sentimiento que había crecido entre ellos pero, por alguna razón, ellos parecían negarse a reconocerlo. Es más, se resistían a llevar su relación a otro nivel. Ninguno de los dos parecía querer que fueran más que amigos, pero ella lo pensó y supo qué debía hacer.

Un día, él la acompañó a tomar el autobús. Mientras esperaban, ella lo miró fijamente a los ojos y le sonrió, dio un paso hacia él y lo besó. Él se sorprendió, pero le correspondió el beso y la tomó por la cintura acercándola a él. Corazones acelerados que no creían que lo que estaba pasando era real.

Sin embargo, solo fue un beso porque las cosas no siguieron como estaban. Algo cambió. Ya no salían y apenas si se saludaban cuando se encontraban en las clases. Ella quería saber qué ocurría, pero no quería salir lastimada. Demasiado tarde: él estaba saliendo con alguien más.

El caos. Estaba destrozada y pensó que lo más conveniente era alejarse. Así lo hizo. Fue a cumplir un sueño y curar un poco su corazón. Se fue seis meses. Seis meses en los que él sólo se preguntaba el por qué ella había huido, porque era muy confuso. Él la quería y sabía el daño que había causado. 

Cuando ella regresó, su encuentro fue tal cual lo había imaginado: un simple "hola", un breve abrazo y un "te extrañé". Algo demasiado simple para el sentimiento que llenaba sus corazones. Él seguía con la chica que había estaba saliendo, pero ahora era su novia. Sin embargo, él aún sentía algo por ella, pero el miedo de que huyera de nuevo no le permitía dar ese paso para recuperarla. 



Era miedo. La ecuación era simple. Él tenía una relación segura con alguien que en realidad no le proporcionaba ninguna sorpresa, solo por el hecho de que temía que aquella chica perfecta volviera a huir por su culpa.

lunes, 23 de mayo de 2016

Te veo en mis sueños



¿Por qué tu imagen siempre aparece en cuanto cierro mis ojos? Creo que de una u otra manera vas a terminar apareciendo en mis sueños. Aunque admito que me gusta verte en ellos, porque es la única manera en la que podemos estar juntos.

Siempre te veo... usando tu vestido rosa de flores. Ese que amabas usar todo el tiempo cuando salíamos a pasear. Ese mismo que te llegaba hasta las rodillas, exhibiendo tus piernas. Siempre me daban celos cuando los demás chicos se quedaban observándote, pero era inevitable no mirar a tan hermosa chica.

De repente, todos los recuerdos atacan mi mente.



Empiezo a ver de nuevo tu cabello negro flotando en el aire. Veo cuando aparecía tu bella sonrisa iluminando todo a su alrededor. Porque tú tenías ese efecto en las personas. Nos alegrabas la existencia a los que teníamos el placer de ocupar un lugar en tu vida.

Y, finalmente, recuerdo el último día que pasé a tu lado. El sol se había empezado a ocultar, pintando el cielo de un color naranja que hacía brillar aún más tus ojos. Tus ojos... esos sí que eran un misterio, porque nunca eran iguales. Podían ser verdes, azules, marrones o grises. Todo dependía de tu estado de ánimo.

Al principio, podías resultar abrumadora: tan amable, tan misteriosa, tan hermosa. Poéticamente hermosa.

Caminar de tu mano era como ir por las nubes. Todo me resultaba perfecto estando a tu lado. Pero ya no estás. Y hoy, como cada año, te traigo las flores que tanto te gustaban y lloro tu ausencia porque no sólo me dejaste a mí, sino también a este mundo al que hacías brillar con tu sonrisa.


domingo, 1 de mayo de 2016

Una Carta a mi Exnovio



Te amé, eso es cierto. Jamás negaré haberlo hecho porque era un sentimiento completamente real y me sentía muy bien a tu lado.

He sonreído al pensar en los momentos que pasamos juntos. Fuiste mi primer amor y eso nadie lo puede cambiar. Fuiste la primera persona por la que realmente creí sentir amor. Omitiste todas mis fallas, pero siempre me hacías sentir muy mal. Ahora que puedo ver en retrospectiva cómo fue nuestra relación, me doy cuenta de que no era tan mágica como yo pensaba era

Empiezo a recordar todas esas veces que me hiciste sentir como la peor persona del mundo. Recuerdo que todo el tiempo querías controlarme y deseabas que hiciera todo lo que tú querías. No me dejabas ser libre. Era tan inmadura en ese entonces que pensaba que todo lo hacías por mi bien. ¡Qué tonta! Estaba sacrificando mi propia felicidad tan solo por verte feliz a ti. Lo triste era que todos podían verlo, excepto yo. Estaba completamente cegada por ti.



Pero un día por fin tuve el valor de terminar todo. Me dolió. Me dolió muchísimo en su momento, pero ahora me doy cuenta de que fue lo mejor que pude haber hecho. Recapacité y me elegí a misma sobre ti.

No te guardo ningún rencor, porque sería tonto hacerlo. Es más, estoy agradecida contigo. Te agradezco por enseñarme a ponerme a mí misma por sobre cualquier chico. Te agradezco por demostrarme que un hombre no me proporcionará felicidad. Te agradezco por enseñarme lo que realmente quiero de una relación y lo duro que puede llegar a ser el amor.

Ahora, un tiempo más tarde, he reflexionado sobre todas mis decisiones anteriores y me he dado cuenta de todos los errores que cometí estando contigo. Todo lo que estuve a punto de sacrificar por una relación que nunca tuvo ningún futuro.

Aún me falta mucho por vivir, pero he madurado un poco desde la última vez que nos vimos. Ahora he logrado estar en paz conmigo misma. Todo esto te lo debo a ti. Porque si nunca hubiese terminado tan insana relación, nunca habría conocido a la persona tan especial que ahora está a mi lado.

De hecho, encontré a alguien que sí me hace feliz y con quien puedo ser yo misma sin ser juzgada. Él no es perfecto, pero ¿quién sí lo es? Sólo sé que él me hace querer ser una versión mucho mejor de mí. Me apoya en mis decisiones y me incluye en las suyas. Nos hemos conectado de una manera increíble, a pesar de que sea todo lo opuesto a mí… y a ti, principalmente.

Pero, ¿sabes qué es lo más lindo de todo? Que él apareció para romper todos mis esquemas y alejar todo mis fantasmas. Algo que tú nunca hiciste.

Mil gracias por salir de mi vida.

-TU EXNOVIA